martes, 17 de marzo de 2009

Inseguridad, vecinos y policia

Los vecinos de los barrios y pueblos de Salta estamos preocupados por la ola de inseguridad que avanza ante el desconcierto y la impotencia de la ciudadanía.

Con el agravante de que la misma institución policial parece presa de tal desconcierto, lo que resiente su eficacia, en un momento en que el brote delictivo coincide don los flecos del reciente conflicto laboral técnicamente mal resuelto.

Mientras, muchos representantes políticos ignoran el problema, salvo cuando un robo o un asalto afectan a sus allegados, o cuando deben ocupar una tribuna electoralista.

Debo reconocer, sin embargo, que el actual Jefe de Policía realiza esfuerzos por conectar con los vecinos, escuchando sus quejas y sugerencias.

Me tocó asistir a uno de estos verdaderos Cabildos abiertos y quedé gratamente sorprendidos por dos hechos: La movilización de los vecinos, amplia pese a la precariedad de la convocatoria. Y la capacidad del Jefe de Policía para escuchar a los irritados salteños.

Pero todo parece indicar que aquella fuerza de los ciudadanos carece de cauces para transformarse en fuente de soluciones y de control. Reaccionamos por espasmos ante hechos delictivos que nos tocan de cerca. Tenemos ideas y voluntad, pero tropezamos con la ausencia de carriles institucionales para actuar.

De otro lado, el talante dialoguista del Jefe de Policía no alcanza para resolver los problemas generados por la insuficiencia de medios (personales, pero también informáticos), y por la inveterada incapacidad de los sucesivos gobiernos para definir un verdadero Plan Estratégico de Seguridad adaptado a nuestras características culturales, sociales y territoriales.

Tendríamos que comenzar por reconocer que la ola delictiva no se detiene sino es con la participación de los ciudadanos, el concurso de expertos y la implicación del señor Gobernador y de los otros poderes de Estado.

(Para FM Aries)

lunes, 16 de marzo de 2009

La ausente democracia sindical

El fallo de la Corte Suprema de Justicia del pasado 11 de noviembre en el caso “ATE vs. Ministerio de Trabajo”, marcó un progreso sustantivo hacia la libertad sindical en nuestro país. Un avance, tardío pero indudable, hacia la vigencia de la Constitución Nacional y de los Convenios Internacionales suscritos por la Argentina; mal que les pese a las fuerzas sindicales tradicionales y sus aliados de siempre que han pretendido minimizar el pronunciamiento.

El fallo de nuestro más alto Tribunal contrasta con la inveterada negligencia de los tribunales inferiores, del Congreso de la Nación y del Poder Ejecutivo que, en sus diversas configuraciones ideológicas, prefirieron conservar el “stato quo”, antes que imponer la vigencia de los principios superiores de la República.

Hasta aquí, los otros dos poderes del Estado siguen apostando por conservar ese pacto no escrito que garantiza a los Sindicatos con personería gremial un irritante monopolio. Y todo hace prever que, mientras dure la actual mayoría política, habrán de omitir el dictado de las normas que remuevan los obstáculos a la libertad y, en paralelo, garanticen la democracia interna de los sindicatos.

Así las cosas, los sindicatos adheridos a la CGT continúan desenvolviéndose como si aquel fallo no hubiera existido, y los embriones de organizaciones libres (muchas de ellas afiliadas a la Central de Trabajadores de la Argentina) siguen sin poder ejercer sus derechos, salvo contadas excepciones.

Con ser trascendente, aquella Sentencia de la Corte, por imperativos procesales, se ha pronunciado sobre una de las dos garantías consagradas en el artículo 14 bis (la libertad sindical), sin adentrarse en la cláusula que garantiza también la democracia sindical.

Deberá hacerlo, tarde o temprano.

Mientras tanto, la realidad laboral en muchos sectores de las Administraciones Públicas y de la producción privada de bienes y servicios, muestra la emergencia de un cierto pluralismo sindical que se expresa a través de organizaciones libres que confrontan, bien que en inferioridad de condiciones dado el marco legal vigente, con los sindicatos oficiales.

Este pluralismo sin reglas esta provocando desórdenes en las mesas de negociación de salarios y condiciones de trabajo, añade o sobrecarga de tensión las huelgas y, en muchas ocasiones, dificulta la gestión y salida de los conflictos colectivos. Sin contar los casos en donde las huelgas se declaran para dirimir conflictos inter o intra-sindicales.

Dentro de este escenario (novedoso en la Argentina, pero trillado en todos los países democráticos), los empleadores se muestran desorientados y tienden a cerrar filas con el sindicalismo tradicional, sembrando de obstáculos el accionar de las organizaciones alternativas. Y, como no, terminan protestando contra el incipiente pluralismo y pidiendo el blindaje del modelo sindical peronista.

Se trata de opciones contrapuestas a los principios republicanos y a las normas constitucionales que bien harían los empleadores en asumir como propias; de opciones que, sin embargo, pretenden abordar problema real que el Estado (en este caso el Congreso de la Nación) deberá resolver reformando la legislación ordinaria en línea con el comentado fallo de la Corte Suprema de Justicia.

La solución es relativamente sencilla, y se encuentra en la introducción de procedimientos que, reforzando la democracia sindical, apunten a medir la efectiva representación de los sindicatos que actúan dentro de un mismo ámbito, de modo de constituir las mesas negociadoras en función del peso representativo de cada una de las organizaciones concernidas.

Como enseña la experiencia internacional, estos procedimientos miden tal representación bien teniendo en cuenta el número de afiliados, o bien a través de la elección de los miembros de las comisiones negociadoras mediante el voto secreto.

Cuando el Congreso de la Nación se decida a saldar esta deuda con la República, deberá adoptar dos medidas complementarias:

a) Mejorar los procedimientos que ordenan las elecciones internas en todos los sindicatos (con independencia de su mayor o menor representatividad); y

b) Liquidar el monopolio que sobre la dirección y gestión de las Obras Sociales ejercen los sindicatos con personería gremial, medida que redundará además en beneficio de su eficacia y transparencia.

En este último sentido, la celebración de comicios generales para elegir a las comisiones directivas y demás órganos de gestión y control de las Obras Sociales sindicales será un paso definitivo en este largo camino hacia la libertad y la democracia sindicales.

(Para LA NACION de Buenos Aires)

jueves, 12 de marzo de 2009

El organo recaudador de Salta avanza, pero no tanto

En la Dirección de Rentas de la Provincia se han registrado avances notorios.

Se atienda al público en horario extenso y corrido; los salones lucen limpios y luminosos; la informatización de trámites avanza a buen ritmo; sus empleados parecen amables y bien formados.

Sin embargo, a simple vista de cualquier contribuyente atento, queda mucho por hacer.

En primer lugar, completar el proceso de informatización de modo que los contribuyentes puedan hacer todos los trámites, incluso los pagos, a través de Internet. Como sucede en otras provincias y, desde luego, en la AFIP.

Además, la repartición precisa impartir, y hacer cumplir, normas que eviten los tratos de favor y el amiguismo en ventanillas y oficinas.

Habrá que mejorar los servicios de información al público, incluida la página Web del organismo.

Pero donde las deficiencias son abrumadoras es en todo aquello que tiene que ver con la organización y los métodos.

Las rutinas administrativas son sencillamente absurdas por lo repetitivas. Unas veces obligan al contribuyente a volver una y otra vez para trámites simples, y otras establecen controles mensuales que bien podrían ser reemplazados por controles semestrales o anuales.

Si esta Dirección, clave tanto para el Estado recaudador como para el ciudadano contribuyente, ha sido capaz de llevar adelante una sorprendente reforma en el área de los Recursos Humanos, bien podría encarar un esfuerzo similar en las áreas de Organización y Métodos.

Pero si la Dirección de la Provincia merece reparos, se sitúa a años luz de la Dirección Municipal de Rentas, verdadero arquetipo del desorden, la negligencia, el amontonamiento y el atraso burocrático.

(Para FM ARIES)

martes, 10 de marzo de 2009

Día y días de Mujeres

En los EEUU, a comienzos del siglo pasado, mujeres trabajadoras protagonizaron luchas que se saldaron con víctimas femeninas.

Ayer, casi todo el mundo, vivió una jornada de conmemoración y reivindicación de la igualdad de derechos y oportunidades.

Si bien en Salta se han registrado algunos avances desde la instauración de la democracia en 1983, el machismo y la exclusión son señas de identidad de una sociedad que se resiste a cambiar.

Como es evidente, las desigualdades en razón del sexo son más acusadas y acuciantes entre las mujeres pobres o indigentes, condenadas a la violencia y al desánimo.

Los salteños solemos rendir culto a nuestras matronas, pero desdeñamos a otro tipo de mujeres que lucharon o conquistaron su autonomía.

Así, por ejemplo, ignoramos los méritos de las jefas de hogar, de las campesinas o de las monjas que sirven en los hospitales.

Mantenemos un sutil cerrojo que veda a las mujeres el acceso a los altos cargos en el gobierno y en las empresas. Demás está decir que no soy de los que creen que el asenso de las “señoras de” sea un signo de modernidad.

Corremos un tupido velo sobre aquel un selecto grupo de mujeres jóvenes de clase media que en los años 60 se sumaron tempranamente a la revolución femenina.

Restringimos hasta límites absurdos el acceso de las mujeres a la educación sexual y a las técnicas anticonceptivas. Me refiero aquí a las mujeres pobres, porque las otras se las apañan.

Eludimos hablar de las damas que, en los prolegómenos de la batalla de Salta, sedujeron a los oficiales del Ejército español. Mutilamos la biografía de Lola Mora. Colocamos en la lista negra a las escritoras de izquierda. Y, como no, algunos siguen hablando mal de doña María Greinstein.

(Para FM ARIES)

sábado, 7 de marzo de 2009

El cine europeo sesentista y Salta

Días pasados tuvo el gusto de conversar con Luciano Tanto, distinguido vecino y animador de nuestro espacio cultural.

El tema fue, la mujer salteña. Entre otos aspectos, pasamos revista al destape sesentista, a matronas y amantes, y al oscurantismo.

Aun cuando volveré sobre esto la próxima semana, en el “Día de la Mujer”, quiero destacar ahora nuestra coincidencia en que muchos de los cambios que vivimos los jóvenes en esos años, vinieron de la mano del cine europeo.

De audaces y bellas películas que llegaron a las salas del centro o a discretos cine clubes, pese a los esfuerzos del Gran Censor de entonces, don Miguel P. Tato.

Y pese también a las recomendaciones y anatemas que circulaban en tertulias familiares, en las aulas, y en las clases de catequesis.

La versión afrancesada de la soledad del hombre, el hastío de las parejas nórdicas, un cierto libertinaje de raíz romana, fueron deslumbrando a jóvenes y damitas curiosos.

Recordaba Luciano la influencia del BERGMAN de “Un verano con Mónica”, que algunos argentinos descubrimos antes que muchos europeos.

Citamos también a “LA NOCHE” (de Antonioni), a la Jean MOREAU de “JULES et JIM” o “HIROSHIMA MON AMOUR” de Alain RESNAIS, donde las personas se amaban de modo diferente al que enseñaban nuestras tradiciones.

Datos nostálgicos que también pueden servir para la reflexión sobre la historia y para interrogarnos sobre el presente.

(Para FM Aries)