En 1672 el Rey de España Don Carlos II, el Hechizado, advirtió que algunos de sus súbditos en Salta (y otras localidades) se dedicaban a comprar votos. Para erradicarlo dictó la siguiente Real Cédula:
"Nos, Carlos II, Rey por la gracia de Dios, a vos nuestros gobernadores de las Provincias del Tucumán y Paraguay, Salud y Gracia.
Sabed que ante la Audiencia de Buenos Aires el Fiscal presentó petición sobre que en algunas ciudades se ha introducido un abuso muy perjudicial, y es que quienes huyeren ser electos Alcaldes dan plata a otros suyos para que voten por ellos en las elecciones, que es lo mismo que comprar las Varas, lo que es de mal ejemplo y prohibido.
Ordenamos no se permita que pública ni secretamente ninguna persona de dineros para conseguir la elección”.
En 1673 el Gobernador de Salta don Diego Valero recordó la necesidad de cumplir la Real Orden.
Desde entonces, el vicio viene demostrando una extraña vitalidad.
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