domingo, 25 de abril de 2010
Una eventual devaluación empobrecería a trabajadores y jubilados
Desacostumbrado y renuente a las entrevistas de prensa, me sorprendió la llamada de un periodista del Diario El Liberal de Santiago del Estero, que supo ser propiedad de la familia de mi primer profesor de Sociología. La seriedad profesional de quién me convocaba a la entrevista, me animó a la siguiente conversación.
Por Daniel Álvarez - dalvarez@elliberal.com.ar
El ex ministro de Trabajo durante la década del 90, Dr. Armando Caro Figueroa, se mostró totalmente en desacuerdo con la posibilidad de devaluación del peso respecto del dólar, ya que una decisión de ese tipo “va a ser muy dañino” para trabajadores y jubilados, “que se van a empobrecer”.
Alejado de la exposición pública desde hace varios años, el ex funcionario brindó una entrevista exclusiva a EL LIBERAL, en donde cuestionó la política económica que lleva adelante la actual administración Kirchner. Entre los principales problemas que afectan al país, Caro Figueroa nombró la alta inflación, el creciente gasto público y los subsidios a empresas públicas y privadas.
P: Esta semana se habló mucho del tipo de cambio. ¿Está atrasado?
Si está atrasado no lo sé. Lo que sí sé es que si se llega a devaluar sufrirán de nuevo trabajadores y jubilados, eso va a ser muy dañino para todos aquéllos los que tienen renta fija, se van a empobrecer. Ahora hay que tener en cuenta que hay muchos sectores empresarios interesados en devaluar, pero se sabe que una decisión de ese tipo significa una especie de ajuste casi salvaje; propio de gobiernos que, ante la incapacidad de poner en orden las cuentas, recurren a la devaluación.
P: ¿Esto está relacionado con el incremento de la inflación?
Claro. Cuando en el 2002 se hace la megadevaluación, la producción nacional gana competitividad respecto del mundo, pero a medida que la inflación va avanzando y que los salarios después de ocho años empiezan a recuperar poder adquisitivo, la paridad peso-dólar queda corta para los empresarios. Y no sólo para los que exportan, sino también para los que compiten con las importaciones. Entonces, hay sectores que piensan que para volver a ganar competitividad hay que devaluar aunque, reitero, de esta manera se perjudique a los que tienen renta fija, es decir todos los trabajadores y los jubilados
P: Su postura es de no devaluar, sin dudas…
Por supuesto. No hay que devaluar. Lo que hay que hacer es una política económica en contra de la inflación, hay que reconocer que hay una inflación enorme, que está en crecimiento constante y que la política económica y monetaria debe poner orden en la variante precios.
Una justificación del pedido de devaluación es la recomposición de los salarios en dólares, lo que podría generar desempleo. ¿Es así?
No es seguro que haya más desempleo, pero sí es cierto que algunos salarios de los trabajadores sujetos a convenios colectivos -que son poquísimos, porque de 10 millones de trabajadores, sólo 2 millones tienen convenio-, están con salarios topes, como los petroleros y ciertos sectores de la industria, los que recuperaron poder adquisitivo luego de 5 ó 6 años. En definitiva, es un pretexto de ciertos empresarios para devaluar, pero eso va a perjudicar mucho más a aquéllos que todavía tienen salarios debajo del poder adquisitivo de lo que tenían durante el 1 a 1 (régimen de convertibilidad).
P: ¿El proceso actual es crecimiento económico o es una recuperación de lo que se perdió el año pasado?
Es un poco de las dos cosas. La actividad económica, la actividad industrial y exportadora están creciendo por efecto de muchos factores. El problema es hasta cuánto puede durar una situación de expansión económica con altas tasas de inflación y sobre todo con un creciente gasto público. Ésa es la duda que tiene mucha gente.
P: ¿El anunciado canje de deuda puede ayudar o perjudicar si sigue aumentando el gasto público?
Si el canje se hace bien, que parece que se lo va a hacer bien, esto puede ser positivo para el país, cumplir compromisos siempre es bueno. Ahora, si eso da pie a un nuevo ciclo de endeudamiento con el exterior para seguir alimentando el gasto público, esto a la corta va a tener efectos negativos en la economía argentina.
P: Esto también está relacionado con el uso de las reservas, es un círculo…
El Gobierno, como todos, tiene un calendario electoral y sabe que lo tiene adelante, entonces no puede frenar ni el consumo ni el gasto público, aunque en realidad no quiere hacerlo usando determinadas herramientas, pero sí lo está haciendo utilizando la inflación. En consecuencia, una fuente de financiamiento para las dos cosas es apelar a las reservas y otra es retornar al mercado de capitales del exterior para seguir alimentando el gasto público. Esto es lo que el Gobierno seguramente hará.
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